We could be falling in love

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Aquel viaje fue uno de esos viajes en los que todo te sale mal pero que te cambian la vida.
Mi vuelo se retrasó tres veces en la misma semana  y cuando pudimos salir hubo tormentas, por lo que a la hora de aterrizar tuvimos que dar un rodeo de media hora.

En el aeropuerto me registraron la maleta y me tuvieron una hora en comisaría para devolverme el equipaje. Ahí lo vi por primera vez. No le eché mucha cuenta y me fui en cuanto me dieron permiso

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Tras dos horas para poder llegar viva al hotel en recepción me dijeron que mi habitación aún no estaba lista, que tendría que esperar un poco. Fui al bar a pasar el rato, estaba cerrado. Entonces salí a los jardines de atrás y lo volví a ver. Me fijé un poco más, me sonrió y el recepcionista me llamó para darme la llave.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Por fin subí a mi habitación. Guardé todas mis cosas en el armario, aunque tuve que tirar algunas ya que algo me había estallado en la maleta. Quise sentarme en el balcón para leer un rato pero estaba cerrado. Bajé a recepción a buscar a alguien que me lo abriera  y al llegar al ascensor él salía de este. Chocamos tirando su llave al suelo. Esta vez intercambiamos algunas palabras, un lo siento y un no pasa nada, sí, pero son palabras al fin y al cabo. Entré corriendo en el ascensor cuando vi que se cerraban las puertas.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Cuando por fin conseguí acceder al balcón ya no me apetecía leer, así que me duché, vestí y me fui a conocer la ciudad. Llovió cuando no tenía lugar donde refugiarme. Llegó mi salvador; el chico del aeropuerto, de los jardines, del ascensor. Estaba en la acera de en frente con un paraguas. Cruzó corriendo y se puso a mi lado para cubrirme a mi también. Dos sonrisas y dos frases: Un "Por qué" y un "Porque hoy no es tu día". Me acompañó hasta una tienda donde compré un paraguas y pude continuar con mi paseo
sola.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Cuando abrí el paraguas nuevo y di tres pasos y medio dejó de llover, salió el sol o, más bien, comenzó a irse porque estaba anocheciendo. Entré en un restaurante a cenar, bueno no era un restaurante, era una bocatería  En la cola para pedir estaba él. Me acerqué a invitarle por el favor del paraguas. Se negó. Insistí. Gané. Me dijo su nombre. James. Sonrió ampliamente. Juro que no vi sonrisa más sincera y brillante que aquella, pero su móvil sonó y se tuvo que ir.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Ni me senté, me fui directamente al hotel ¿Destino? No, no cría en él. Más bien casualidad ¿Habría motivos para asustarse?  No, no tenía pinta. Llegué al hotel y descubrí que me había dejado la cartera en algún lado. James tenía razón, hoy no era mi día. Me acosté. A la mañana siguiente abrí la puerta de la habitación para salir y encontré una bolsa con algo dentro y una nota que ponía:

"Te la dejaste en la bocatería. Volví luego a buscarte pero la camarera me dijo que de ti solo quedaba esto. He venido a dártela pero no estabas, o estabas dormida.
James x "

Volvió a por mi.  Dos veces.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Pregunté en recepción por su habitación. La contigua a la mía  Esta vez fui yo a buscarlo. No estaba. Le dejé una nota.

"Gracias por salvarme, otra vez. Te debo una, otra vez.
Arly x"

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Seguí con mi plan de conocer California. Hoy parecía que el día sería mejor. El sol estaba fuera. No había tenido contratiempos. Todo era precioso, la ciudad era increíble. Llegó la hora de comer y fui a comer al paseo marítimo. El bar era genial y las vistas aún mejores, pero cuando salí tropecé torciéndome un tobilloy ahí estaba él para recogerme. Yo no solía creer en el destino pero ahora me lo estaba replanteando. "Estás siendo la salvación de mi viaje" Le dije  Fue lo único que se me ocurrió decir, más palabras de las que él dijo. Ninguna. Se limitó a sonreír de esa manera que despertaba algo en mi. Conseguí andar medianamente bien y muerta de vergüenza me volví al hotel.

Podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y, ahora, ya no estaba allí.

Cansada de mi desastroso viaje, y eso que solo llevaba dos días, subí a mi habitación a recoger todas mis cosas e irme a mi siguiente parada, Nevada. A la salida del hotel me lo encontré. Le di las gracias por todo, le dije adiós y él me contestó:

"¿Sabes? Tal vez podríamos habernos enamorado, pero no lo hicimos y tú ya no estarás aquí."

El Bloqueo Del Escritor

Ella es musa de poetas. De escritores sin escritos.

Ella es musa de cantantes sin canciones, de pintores sin pinturas.

Ella es musa de fotógrafos sin paisajes de colinas.

Ella es musa de amantes sin amores, de besos sin labios; de rosas sin rojas.

Ella es musa de la nada, de la vida. De la muerte.

Musa de soñadores sin sueños, de títulos sin libros.

Ella es musa de verdades, de mentirosos sin mentiras.

Ella es musa de poemas sin métricas, versos ni rimas.

Mujer de blanco sin habla ni vista.

Guitarras sin acordes.Caballo sin jinete. Ella.

Ella es musa de poetas.De escritores sin escritos.

Drogas y prostitutas.

Tengo la lengua quemada y los labios rotos.

Tengo tu vida en un puño y mi corazón en el otro.

Tengo los ojos morados y la nariz sangrando.

El cuerpo lleno de drogas y los pulmones alquitranados.

Tengo las costillas rotas y los nudillos magullados.

Tengo razones de sobra para saber que he ganado

y un puñal en el pecho que me demuestra lo contrario.

Tengo tu cuello en mi mano y tu sangre en mi estómago.

Tengo una ventana abierta y una muerte a tu lado.

Una vida de pecados con alcohol acumulado.

Sexo en mi ropa y moratones en tus brazos.

Una pistola en el suelo, un grito desgarrado.

Tengo un adiós desolado, un permiso en el pasado.

Tengo una muerte segura y un suicidio llegando.

El llanto de un niño, una sirena sonando.

Mi cuerpo desangrándose y el tuyo desangrado.

Un salto al vacío, dos sin vidas abandonados.

Tengo amores mal pagados y un camello sin contrato.

-NJS-

-¿Puedo hacerte una pregunta?- Me planté frente a él seria, aunque realmente tenía miedo de que pensara mal de mi como quien coño soy yo para tomarme aquellas confianzas.

Él sonrió. -Claro.-Dios que sonrisa. Era más que obvio que no tenía ni idea de lo que se le venía encima.

-¿Por qué? ¿Por qué Warzone? ¿Qué pasó?¿Qué puede pasar para que sigas con ese dolor después de tanto tiempo?¿Qué hizo aquella chica para que, todavía, sigas cantando la canción con ese dolor? -No sabía como me estaba atreviendo a mirarlo a al cara, pero quería ver su reacción.

Su cara cambió por completo. Yo conocía esa cara. Era la cara de "Cállate estúpida no tienes ni puta idea de nada". Esa es la cara que se te pone cuando alguien, que lleva toda la razón, te dice algo que mata por dentro pero, como no puedes mostrarlo, intentas esbozar una sonrisa, inútil, que se pone en tu contra y en vez de ayudarte te delata. Esa cara.

-¿De dónde te sacas que me sigue doliendo?- Era tan obvio su intento por disimular que no pude evitar soltar una leve risilla irónica.

-Porque hay una cosa que no se puede disimular, la mirada siempre nos delata, y más en una persona como tú, además has puesto La Cara. La cara de "Pero tú que sabes idiota, no tienes ni idea de nada."- Iba a explotar, yo no claro, él. Yo estaba tranquila, bueno más que tranquila esta sin fuerzas, pero él... él quería gritarme, echarme de allí, se le veía, se le notaba de lejos.

La presión y el silencio estaba matándonos a los dos pero él reacciono y ... ¿Me estaba besando? ¿Hola? ¡Sí! Era un beso que estaba lleno compasión y dolor. Él supondría que yo soy una de esas chicas a las que puedes callar con un beso. Pensaría que me quedaría en shock , cosa que hice, que me sonrojaría, cosa que no, y que no volvería a preguntar nada. Me quedaría con el grito interior de que ÉL me había besado y me iría en cuanto el me dijera que tenía que preparase o algo. Pero yo no soy de esas. Yo había entendido perfectamente aquel beso.

Cuando nos separamos él sonrió y acarició mi mejilla con su mano pero antes de que pudiera decir nada me dispuse a irme. Prefiero largarme yo a que me eche.

-¿Sabes? No pretendía ser inoportuna solo quería saber el por qué de Warzone. Es una canción muy importante para mi también -Dije  enseñándole mi brazo izquierdo donde tenía tatuado "The One That Kill Me Ain't Hurting You" una de las frases de la canción. - Pero veo que no se puede hablar de ella más de lo que es obvio. -Me limité a sonreír y me fui hasta la puerta -¿Cierro? - Dije antes de salir.

-Hay veces que no es tanto la mentira como el hecho de que te mientan - Comenzó a decir aún de espaldas a mi. Yo seguía apoyada en el quicio de la puerta pero ahora miraba hacia el interior de la habitación. -O más bien que te nieguen continuamente que te están mintiendo. -¿Qué mierdas le habrá dicho/hecho aquella chica para que esté así.

Me acerqué un poco. -Sobre todo si sabes la verdad ¿No? -Me senté en el sofá arrepintiéndome del abrazo que mi cuerpo sí quería darle.

-Exacto.- Dijo sonriendo. ¿Cuánto dolor se puede esconder detrás de una sonrisa? Porque yo estoy segura de que él había llegado al máximo.- ¿Cómo sabes que yo sabía la verdad? -Dios que hombre más expresivo. No me mires así no soy un bicho raro.

-Porque si no no hubieras dicho que se empeñaba en decirte que no te mentía.

-Buena observación.- Me señaló con el dedo y se rió. Qué chico más risueño a pesar de todo. Vino hasta el sofá y se sentó a mi lado dándome una palmadita en la pierna. -Yo sabía la verdad, sabía que no me quería, sabía que mentía. ¡Venga ya no soy estúpido! Cuando todos te manda como indirectas de que esa chica no te conviene y demás mierdas es por algo y , además, se le notaba pero no me importaba ¿Sabes? La tenía conmigo y eso me bastaba. -Era inevitable ver como se esforzaba por continuar, como quería ser fuerte pero cada vez se ponía más serio. Soy una persona horrible.- Pero llega un momento que no puedes luchar más, se te acaba la fuerza y dejas de auto-engañarte. Llega un momento que necesitas recibir algo, por poco que sea, a cambio de lo que, después de tanto tiempo, has estado dando. Y yo lo estaba dando todo y aunque la quier-Quería... -Se corrigió rápidamente, cogió un poco de aire y continuó tras una leve pausa. -.. hay veces que el amor no es suficiente. -Él sonrió. Era la sonrisa con mayor tristeza que había visto. Sus ojos estaban hinchado aunque no había lágrimas en ellos. Yo lo miré pero en mis ojos si había alguno que otra lágrima a la que le negué rotundamente la salida.

Quería abrazarle, pero parecería por pura compasión. Y quería besarle, pero eso solo lo empeoraría todo. Le devolví una sonrisa igual que la que él me dio. Soy subnormal.

-El amor nunca es suficiente nene. -No sabía si eso lo estaba arreglando o empeorando pero ya que había sido "Tan inteligente" de abrir esa herida no iba a callarme mis pensamientos. - Aunque realmente no se si odiar a esa chica por hacerte eso o no por que sin eso nunca hubiera existido la canción. -Él me miro serio, jodidamente serio. Yo intenté sacar algo parecido a una sonrisa pero definitivamente, estaba más que claro, la había cagado de la peor manera posible.

Evité inmediatamente el contacto visual mirando hacia el otro lado de la habitación y deseando que alguien entrara por la puerta, que un móvil sonara, que él mirara la hora y se diera cuenta de que ya se tenia que preparar, que.. ¡Algo! Me daba igual lo que pasara me valía cualquier cosa que me salvara de lo que sabía perfectamente que venía ahora.

Cerré los ojos por un momento, cogí aire y suspiré porque estaba notando como el se inclinaba para buscarme.

- Y para ti ¿Por qué es tan importante Warzone? -Me giré para mirarlo y me di cuenta de que, inconscientemente, había puesto Esa Cara, La Cara.- Já, ahora eres tú la que tiene Esa Cara.- Tenía un odio interior en esos momento que no sabía como iba a reaccionar. Por un momento pensé : Bueno le hago lo que él me ha hecho a mi, le beso y espero que el solo se de cuenta y se vaya o algo. Así que moví un poco la cabeza, miré disimuladamente sus labios y fui acercándome a ellos pero antes de que se juntaran el me paró. -Puedes besarme, no voy a negarte el beso, besas bien, pero no te servirá de nada. Yo no voy a levantarme e irme, quiero saberlo y me debes contármelo. Un historia por otra...-Maldita sea ¿Tanto se me notaban las intenciones?...

Cuerpo sin pecado

Mas parece que sus sábanas
de lejía se han impregnado
borrando de su cama
todo resto de pecado.

Mas parece que su rostro
de maquillaje se ha impregnado
borrando de su cara
todo resto de pecado.

Y mas parece que su cuerpo,
que de alma abandonado,
no le queda ya existencia
por borrar los pecados.

Cobardes de mala excusa

Todos buscaban lo mismo.
Ellas querían un chico que le hiciera regalos.
Ellos  alguna chica que quisiera sus regalos estúpidos de última hora.
Ellas buscaban alguien que les recordara en todo momento lo hermosa que eran.
Ellos alguna que les hiciera sentir que son necesarios para la autoestima de alguien.
Ellas buscaban enamorarse.
Ellos buscaban aprender a enamorar.
Ellas se quedaron hablando de lo que querían.
Ellos se quedaron contando lo que no hicieron.
Ellas entre películas y alcohol.
Ellos entre las copas y el colchón.
Ellas en casa de ellas.
Ellos en casa de aquellas.

Playas de Hielo

Sus silencios eran fríos como sus miradas que, con gracia, contradecían el calor de sus labios.
El temblor de sus manos acompañaban  a la musicalidad de sus palabras pausadas.
Los sudores de mi frente no afectaban a la situación.
Mis nervios contradecían mis sueños, sus sueños contradecían sus nervios.
La brisa mañanera callaba al sol, mientras ella me callaba con sus gestos.
Las nubes entrecortaban las sombras que, a su vez, entrecortaban nuestros rostros.
La arena nos bañaba más que el agua.
La noche terminaba con mi fantasía, con mi sueños, con ella.
La naturalidad de su rostro la hacía transparente, el roce de sus manos me hacía hielo.
Temblaba ella, temblaba yo, ella temblaba de frío, yo de temor.
Arenas movedizas que se comían nuestras ganas con la misma fuerza que un reloj se come el tiempo.
Acurrucada en mi pecho susurró: << La fría playa hiela la pasión>>
Acurrucada en sus labios susurré:<<Tenemos todo el día para entrar en calor>>

Cenicienta Por un Día

El cuento de Cenicienta es uno de los grandes clásicos de Disney. Un resumen sería algo así:

Cenicienta es una chica huérfana de madre que vive con su padre el que acabo de unos años acaba casándose con una mujer que tiene dos hijas. Su padre fallece y al morir su madrastra y sus hermanastras la tiene de criada en la casa. Un día en el reino se da un gran baile por parte del príncipe al que Cenicienta le prohíben ir. Pero cuando sus hermanastras se van ella recibe la visita de una Hada Madrina que la transforma para que pueda ir al baile con la condición de que a las 12 tiene que regresar en casa. En el baile se enamora del príncipe pero como a las 12 tiene que volver sale corriendo de palacio sin decir adiós y perdiendo un zapato. El príncipe lo encuentra y va por todo el reino buscándola, cuando la encuentra deciden casarse y Cenicienta pasa de ser una criada a una Princesa.

 ¿Os imagináis? De pequeñas todas queríamos ser una Princesa Disney y de mayor pensamos que nos quedamos en Cenicienta sin Hada Madrina cuando la realidad es que estamos rodeadas de MADRINAS que nos dejan ser lo que soñemos porque no hace falta magia. Esas personas que te sonríen cuando todo va mal, ese chico que te mira por la calle distraído, esos amigos que te apoyan o incluso tú misma frente al espejo puedes ser tu propia madrina. Porque no se necesita un PRÍNCIPE para ser una PRINCESA.

Todas queremos un baile de Cenicienta pero para eso tenemos que saber que no acaba a las 12, acaba cuando dejamos de creer que somos princesas, REINAS que mandan en su propio reino, en su propia vida y esto ocurre cuando dejamos de creer que todas tenemos miles de HADAS MADRINAS y que cada una de ella es una razón para sonreír.

Para levantarse como una PRINCESA hay que acostarse como una REINA y empezar el cuento de Cenicienta desde el Baile Real. Pero no hay que perder los zapatos, hay que perder el MIEDO y el RELOJ.

15>20>15

Nunca tuvo problemas para nada.
Hacía lo que quería desde que tenía 15 años.
Podía comprar alcohol, tabaco y entrar en cual quier lugar para mayores de 18 sin que le pusieran nunca ningún tipo de impedimento. Se iba siempre con chicos que superaban los 21. Había veces que incluso cogía sus coches.
Para el mundo, ella tenía 20 años, siempre tuvo 20 años. Vivía como una chica de esa edad desde los 15 pero no se daba cuenta de que el tiempo tiene un ritmo. Que a los 15 tengas 20 no implica que a los 20 vayas a volver a tener 15 de nuevo porque cuando tengas los 20, por mucho que quieras recuperar el tiempo que has desperdiciando jugando a ser mayor, seguirás teniendo 20 años.

Heroína

Necesito algo que escribir, necesito desahogarme, todas mis vías de escape se han cerrado y mi imaginación no está por la labor de que use esta.

Por favor solo pido un héroe que me rescate. Nunca he sido de ese tipo de chicas, nunca he querido un príncipe azul, pero ahora, por favor, lo necesito. Un príncipe, un héroe, una rana que se transforme, o alguien que me de el poder para ser mi propia heroína y de paso mi rescatadora, me da igual lo que aparezca, mientras aparezca pronto.

Calcetines perdidos

Primero lloraba, se rendía ante su conciencia y renegaba de sus actos. Estaba completamente arrepentida de lo que hizo aquella tarde. Pidió perdón un y otra vez, no se conformaba con ser perdonada a la primera.
Zorra mentirosa. Aún no había terminado de secarte las lágrimas con mi pañuelo cuando estabas volviendo a hacer lo mismo.

Venías llorando de nuevo intentando ocultar el olor de su colonia. Te dedicabas a guiñarle un ojo mientras me decías que era un tic por culpa de la ansiedad que sufrías al saber lo que habías hecho.
Zorra mentirosa. Solo te pido un favor, que me devuelvas mi maldito pañuelo que quiero quitarle tus lágrimas y su olor

Caja de Herramientas

-¿Por qué no dejas ya la botella?

+¿Qué más da?

-Dame una oportunidad

+No puedo hacerte eso, no puedo ser igual que ella

-Mira, un chupito no compensa un amor, ni una botella de Jack puede compensar un corazón. No te pido que no llores, no te estoy diciendo que no la quieras, solo te digo que sueltes la botella, porque como todos saben un clavo siempre saca a otro clavo y tú tienes la caja de herramientas delante, tómatelo como quieras, pero no con más alcohol por favor

Irracional

Lo que menos quería en estos momentos era verlo,cruzarme con él. Pero como era de esperar siempre que yo me encontraba así y necesitaba huir de él aparecía..

Me detuve un momento y pensé <<¿Qué más da? Total si yo no le hablo, él no lo hará, nunca lo hace y así pasaré desapercibida.>> Pero parecía que cuanto menos ganas tenía yo más tenía él. Así que por una vez fue Mark el que me habló.

Me costó mucho, pero intenté fingir una mueca amistosa y una sonrisa de alegría para poder evitar todos sus comentarios, inocentes,si, pero en estos momentos el roce de su piel con mi cuerpo era capaz de destrozarme por dentro.

Que después de tantos años siga afectándome así su presencia era completamente ilógico, sin sentido.
Revivir aquellas palabras me hizo revivir también el dolor y no solo el del labio por estar mordiéndomelo para no llorar mientras me hablaba, era todo mi cuerpo lo que dolía. <<Ahora no... no puedes hacerme esto...>> Revivir todo eso hizo que me sintiera como recién salida de una paliza y encontrármelo añadiendo que empezó él a hablarme no ayudaba mucho.

Cada gesto de su cuerpo era un puñetazo directo al mío. Una pelea de un minuto que consiguió destrozarme sin ni siquiera darme la oportunidad de derramar ni una lágrima, defendiéndome tan solo con una fingida sonrisa.

Después de tanto tiempo seguía afectándome su mirada y dañándome su sonrisa, era ilógico. Pero bueno, al fin y al cabo nunca fui muy racional.

Cosas que no cambian parte II

Después de tantos años te das cuenta de que esas personas con las que te criaste siguen exactamente iguales.

Javi sigue volviéndose loco por Carmen, aunque Carmen sigue sin poderlo aguantar.
Helena y Adam comparten las mismas miradas que les delatan de siempre.
Mónica sigue con su grupito de amigas pensando en que hacer para joder un rato.
Y yo, yo aún me pongo nerviosa cuando Javi me mira.

Hay cosas que no cambian, esta es una de ellas, pero las bromas, las risas y el sentimiento de felicidad que tenemos todos al volvernos a juntar es otra.

Momentos

Tal vez en estos momentos
no soy capaz de decir lo que siento
A lo mejor en estos momentos
no importa realmente lo que pienso
¿Quién sabe?¿Tu? yo no
Porque a lo mejor en estos momentos
no se decirte ni una palabra
o al menos ni una palabra que te haga feliz
por muchas que intente decir
A lo mejor en estos momentos
solo podemos sonreír
porque ¿Qué pasará mañana?
¿Lo serás capaz de averiguar?
Si en estos momentos
La palabra calla
La sonrisa llora
y la Felicidad sufre
¿Qué pasará mañana?
En estos momentos
solo soy capaz de decir
Hasta que el silencio hable
El llanto sonría
Y el sufrimiento sea feliz
Hasta en esos momentos
estaré junto a ti.

Bonita Contradicción

Te esquivo y me sigues
Te sigo y me esquivas
Nos contradecimos
Nos evitamos
Nos odiamos
¿Nos amamos?
Respondes: "¿No?"
Te olvido y me recuerdas
te recuerdo y me olvidas
Te amos y me huyes
Te huyo y...
Y desapareces,
Te escondes,
Te amo, te olvido
Nos evitamos
¿Nos odiamos?
Respondo:"¿No?"
¿Qué siento?¿Qué quiero?
¿Que quieres?¿Qué hago?
¿Te olvido?¿Te recuerdo?
¿Te huyo?¿Te amo?
¿Te sigo?¿Te odio?
¿Te evito?¿Te quiero?
¿Qué hago?¿Que siento?
¿Qué quieres?¿Qué quiero?

Significado Oculto

No puedes evitarlo
él viene y va
No puedes detenerlo
sale corriendo, huyendo
¿De ti?
No puedes saberlo
intentas alcanzarlo
pero es más rápido
desistes, te vas,
abandonas la persecución
se te escapa
cuando lo tenias cogido
cambiaste de carril
no sabes si huye de ti
es tarde para volver
a la carrera otra vez
Y cuando la historia se repite
dudas de él.

Cosas de Mayores

Ella estaba ahí en su cuarto de pie, él se acercó para besarla, comenzó a desnudarla poco a poco para poder mientras disfrutar de su cuerpo, sus pechos. Le terminó de quitar la ropa, cogiéndola a horcajadas se la llevó para la cama, le retiró el pelo para poder continuar sus besos por el cuello y esos mordiscos que hacen que a ella se le comience a acelerar la respiración. Con un giro brusco se pone arriba, quiere verle tan acelerado como ella lo esta, le besa y le muerde mientras sus manos agarran las suyas para llevarlas hasta su culo y lo unico que se puede escuchar son sus geminos, los de él y el ruido de la cama a causa del balanceo que ella tenia.

Globos Aerostáticos

Cuando veas caer la primera gota de lluvia en el atardecer más bello que exista.
Cuando consigas ver la belleza del cielo.
Cuando bailes aquel baile que soñaste una vez con las nubes.
Cuando hables con un ruiseñor sobre la caída del sol.
Cuando seas capaz de tocar la luna a su salida.
Cuando veas tu reflejo en el mar cristalino y oigas tu eco en la montaña más alta.
Cuando sueñes tu vida perfecta.
Cuando vivas tu sueño perfecto.
Cuando pienses que no queda ningún pensamiento en tu mente que te distraiga, porque eres capaz de volar, de flotar entre nubes.
Cuando las preocupaciones no ocupen lugar en tu vida.
Ahí, justo ahí serás capaz de decidir.

Malas Posturas

Y después de tiempo lo volví a ver. Entonces fue cuando por mi mente pasaron aquellas preguntas ¿Se acercará a mí? ¿Tendrá el valor suficiente como para hablarme después de lo que hemos vivido juntos? Pero las respuestas eran bastante fáciles: No . Ni se acercaba para verme ni tenía valor para saludarme, aunque no me sorprendía ya que él nunca tuvo nada de eso para enfrentarse a las situaciones.

Sentí algo en mi que me hacía perder la razón, mi pecho empezaba a arder al ver como se acercaba sin percatarse de mi presencia y se sentaba tan solo a un metro de donde yo me encontraba. Intenté relajarme, pues era lógico esa actitud viniendo de él, así que opte por tumbarme mirando al cielo anaranjado por culpa del atardecer y no pensé en nada más haciéndome a la idea de que solo estábamos el río el cielo y yo. Pero un cambio de postura me hizo volver a la realidad. Al girar la cabeza lo vi,justo a medio metro, mirándome. ¿Por qué? ¿Por qué hacía eso? Esas preguntas no eran tan fáciles de contestar. Cerré los ojos e intenté volver a mi mundo de fantasía, pero no puede, solo veía sus ojos mirando y su boca sonriente,¿ se reía de mi o me sonreía? o tal vez fuera lo que sus amigos le contaban, pero su boca sonreía, no precisamente como la mía. Yo sentía como si cien agujas me atravesaran a la vez aunque me pecho seguía ardiendo y los nervios inundaban mi cuerpo. No era capaz de verlo ahí, quieto, mirándome y que ni siquiera tuviera la decencia de saludar, aunque fuera con la mano.

Creía estar acostumbrada a esa actitud pero en ese momento, después de tener su mirada tan cerca de nuevo, me dí cuenta de que no.

Cosas Del Pasado

Lo siguiente que vas a leer es un trozo de una historia que algún día escribí. No recuerdo nada de ella, ni cuando la hice, ni por qué pero ayer encontré este fragmento y si aparece el resto lo escribiré en otra entrada o si se me ocurre algo nuevo.

Me quedé sola allí en medio, ese golpe de dejó paralizada. Ella se fue llorando y mis ojos, compadeciéndose, quisieron imitarla dejando a unas lágrimas salir tras ella mientras mi cuerpo, inmóvil ante la situación, no era capaz ni de volver a poner la cabeza recta. El tiempo, también compadeciéndose de mi cuerpo, quiso pararse y las miradas y palabras de los que había a mi la rededor acompañaron al tiempo. Pero algún insensato demasiado listo decidió que la situación era ya demasiado tensa y le silencio insufriblemente incómodo ya. Se acercó y me agarro suavemente del brazo: <Vete, sera lo mejor, lárgate. > E ese momento ni siquiera levanté la cabeza, cogí la poca dignidad que me quedaba, recogí la maleta del suelo y me fui por donde me indicaron.

Ya lejos de aquel lugar, aunque no mucho, pude ver al hijo de puta que me metió en todo este lío. Nos cruzamos sin mirarnos, yo no lo hice porque las lágrimas que se acumulaban en el borde de mis ojos hacían que para mi todo estuviera borroso y él porque no tuvo el valor suficiente para mirarme a la cara y agachó la cabeza nada más verme.

Cuando se encontraba a un paso por detrás mía le pregunté:

-¿Por qué?

+No lo sé, lo tenía que hacer, era la única manera de que me dejara.

-¿Y dejarla tú?¿No lo pensaste?

+No podía hacerlo

-Al menos dime que mereció la pena

Mis lágrimas hacían que me atragantara y mi desesperación que la voz que salía de mi boca fuera cada vez mas aguda empeorando la situación.

-¡ Dime que sirvió de algo que me llevara el golpe, que no pueda levantar la cabeza, que nadie me mira a la cara y que ella y todos me odien! ¡¡Dímelo joder!!

+Sí, mereció la pena, aunque no se por cuanto tiempo pero me diste lo que necesitaba para alejarme de ella y que no le pasara nada. Si te pedí esto fue porque hace unos días que..

-No lo quiero saber, no me interesa, no cambiará nada, lo hice y punto. Adiós.

+¡Vuelve, espérate, aún lo podemos solucionar.!

Su voz cada vez era mas lejana y aunque el gritaba para hacerse oír yo no quería escucharlo. Cogí del suelo un trozo de papel e hice un avión después de haber escrito en él. Se lo lancé. No me giré lo suficiente como para saber si le llego o no pero si lo hizo posiblemente pudo leer:

-Mentí por ti pero no me quedaré por ti ni un solo segundo mas aquí.

Contradicciones Naturales

Vida y muerte. ¿Cómo puede ser que dos palabras tan contradictorias signifiquen prácticamente lo mismo?
La vida no es más que el camino a la muerte. Desde el día que nacemos empezamos a vivir, pero también a morir. Cada segundo que vivimos es un segundo que nos restamos. Vamos muriendo poco a poco hasta finalmente morir, pero a la vez vamos viviendo poco a poco hasta al final ¿Vivir? Vivir muriendo y morir viviendo. Sin muerte no hay vida. ¿Qué pasaría si no muriéramos? ¿Viviríamos realmente? O al respirar, si no respiras mueres, pero si lo haces vas gastando tu vida, vas dejando pasar el tiempo en tí y cuando mas tiempo pasa menos tiempo tienes.

Hay que respirar para vivir y vivir para morir pero también hay que morir para aprender a vivir y vivir para aprender a respirar de manera que no mal gastemos el tiempo que pasa por nosotros.