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Se pasaron

jueves, 27 de octubre de 2011

Cara o Cruz

Diez minutos para la salida del tren que me llevaba al aeropuerto, era ahora o nunca. Tenía que darme prisa en decidir, en éstas situaciones el tiempo pasa muy deprisa. Quería hacerlo, necesitaba hacerlo y además podía hacerlo, pero tenía un pequeño Pepito Grillo que me decía que no y en estos casos solo hay una solución posible, Cara o Cruz.

Saqué de mi bolso negro una cartera grande que tenia la foto de un paisaje marítimo dibujado, la abrí y cogí una moneda de un euro, la apreté fuerte en mi mano, era fácil, Cara sí, Cruz no.

Lancé la moneda hacia arriba sin perder de vista las vueltas que daba, la cogí dificultosamente con la mano y con miedo la abrí, suspiré, una Cara había aplastado a mi pobre Pepito Grillo.

Respiré hondo, agachándome a por el par de maletas que llevaba, y cerré los ojos por un pequeño instante, puesto que el silbato del tren para que todos entraran estaba sonando. Corrí hacia el tren y me senté junto a una de las ventanas, quería mirar lo que dejaba atrás.

Llegué al aeropuerto, muchos destinos que elegir y no tanto dinero. Miré una gran pantalla : “Próximos destinos: San Francisco, Los Ángeles, Manhattan, Canadá, Berlín, California…
¿Qué avión coger hora? Demasiadas opciones como para echarlo a Cara o Cruz, así que me acerqué a una de los tenderetes de las diferentes compañías de vuelos, cogí un folleto y puse el dedo en el primer lugar que vi, California.

Es un bonito sitio para perderse ¿no? Compré el billete, el avión salía en 5 intensas y largas horas que me tocaba pasarlas en un amargante aeropuerto lleno de gente con una diversidad de sentimientos inmensa. Gente que lloraba por irse, gente que lloraba por llegar, gente que se alegraba por llegar y otra vez gente que se alegraba por irse.

Las 2 primeras horas me las pasé mirando las expresiones de la gente por las llegadas y salidas, a cual más extraña, no se sabía si estaban así por haber vuelto o porque no querían volver, así que me fui inventando historias de todo aquel en el que me fijaba, era una buena manera de pasara el tiempo.
En la siguiente hora me fui a comer, los nervios me abrieron el apetito. La comida del aeropuerto estaba bien, bocadillos, sándwiches, tortilla pre-hecha y poco más, aunque eso sí muy cara… pero bueno por lo menos el postre estaba muy rico.

Tan solo quedaban dos horas y las maletas ya estaban facturadas, ya había comido y las historias habían perdido toda su gracia. Las tiendas era lo único que me quedaba, pero tan solo había seis tiendas y dos horas era mucho tiempo pero era lo que había… Tardé una hora en recorrer las seis tiendas artículo por artículo, en todas había lo mismo, recuerdos, chocolate, souvenirs nada más.

Cansada de dar vueltas sin sentido me senté en una cafetería que estaba junto a una de las tiendas, pero no fue una gran idea, porque si mezclas aburrimiento, tiempo y café te da reflexiones y lo que menos necesitaba era eso, otra vez el Pepito Grillo rondándome la cabeza. ¿Estaba bien lo que iba a hacer? ¿Debía escaparme así? Me pasé media hora dándole vueltas a la cabeza a la par que a la chacharilla que removía el café pero sonó la llamada del avión que iba a California, me levanté dudosa, cogí el bolso y me fui hacia la puerta donde se encontraba un largo pasillo que daba al avión.

Me paré justo enfrente de la puerta y miré hacia atrás un par de veces… las preguntas volvían a mi cabeza… ¿estaba bien lo que iba a hacer? ¿estaba dispuesta a escaparme así? Miré hacia el pasillo de nuevo y suspiré… “ Sólo hay una solución” pensé…

Saqué del bolsillo de mis vaqueros el euro, es fácil, Cara sí, Cruz no, lancé de nuevo la moneda y volví a quedarme mirando como daba vueltas en el aire, pero esta vez no pude cogerla fácilmente, apreté la moneda y abrí la mano, suspiré…

miércoles, 19 de octubre de 2011

Orgullo

-No puedes interponer siempre tu orgullo a los sentimientos.

+Si puedo, lo estoy haciendo.

-Tu orgullo te acabará matando y encima de todo morirás sola.

+Puede, pero al menos podré decir algo que muchos no pueden. ¡He muerto, sí, pero orgullosa!

martes, 11 de octubre de 2011

Bl*nde B*tch

Miserable pobre
que sólo tiene fama.
Miserable belleza
que sólo tiene maquillaje.
Miserable soledad
que solo tiene compañías.
Y miserables compañías
que solo traen maldad.

Porque es tan pura y natural
como irónica la sonrisa
que hay pintada en su falsa cara
como las nocturnas lágrimas
de su hipócrita almohada.

Miserable superficial
que solo busca mostrar la verdad.


lunes, 3 de octubre de 2011

La vida es Bella

El mundo. El mundo es maravilloso, al contrario de todo lo que la gente puede opinar, el mundo es maravilloso. Tiene cosas preciosas, la tierras es increíble, todos y cada uno de sus rincones pueden llegar a ser realmente mágicos, aunque las personas piensen muy diferentes el mundo es increíble. Pero no es todo lo bello que tenemos, el cielo, el universo, la galaxia entera es aún mucho mejor ¡ Tantos kilómetros desconocidos! ¿Puede haber algo mas bello que lo que nos queda por conocer del cielo? Todo lo que nos rodea puede ser bello, la naturaleza lo hace bello y extraordinario, complejo y majestuoso  Pero las personas... las personas pueden ser aún más mágicas, más incomprensibles aunque más complejas y a la vez simples y sobretodo mucho más insignificantes que todo lo que le rodea, las personas pueden llegar a ser una de las cosas más increíbles que a la naturaleza se le halla ocurrido hacer. Pero sus actos, já, los actos de las personas son tremendamente horribles y son los que se están cargando la belleza que tenemos. La vida puede ser maravillosa y el mundo también, las personas lo son y más en la compañía adecuada, pero son los actos que cometen, esos jodidos actos que cometen, son los que se están encargando de destrozarlo todo.